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viernes, noviembre 08, 2013

Marcos Ferrufino: ‘No podemos descartar ir al Mundial 2018’



Dirigió a equipos de Liga sin grandes figuras ni elevados presupuestos, pero hizo que esos planteles fueran protagonistas y lograran cosas importantes. Fue campeón con San José y casi siempre lo llevó a torneos internacionales. Con Real Potosí pasó algo similar y a Real Mamoré lo salvó de descender. “Con Bolivia ante los poderosos de Sudamérica podemos dar pelea. Es posible que no seamos primeros en la tabla, pero se puede clasificar a un mundial siendo cuartos”, dice el orureño.

— ¿Qué opinión le merece la campaña de Bolivia en las eliminatorias Brasil 2014?

— Que no ha sido buena para nada. Sabíamos que no íbamos a clasificar a un mundial con el técnico que viniera porque las cosas no se hicieron bien desde el principio, no trabajamos en divisiones menores y porque hay muchas cosas que no están bien, entre ellas no dan espacio a la gente joven y además no hubo una preparación adecuada.

— ¿La responsabilidad es de jugadores, técnico o dirigentes?

— Los jugadores no son culpables porque ellos trabajan con las condiciones que les damos, pero sí creo que hubo técnicos que nos dirigieron y nos marearon con tanta palabrería. No se hizo un trabajo adecuado y sólo se apostó a más de lo mismo, por eso la eliminatoria fue un fracaso. Ellos se quejaron de que no había tiempo, pero sólo miraron gente de afuera. Asumieron la responsabilidad y salieron con muchas excusas más que trabajo. No le dieron oportunidad a la gente de acá.

— ¿Cómo se debe encarar el presente y el futuro con la selección boliviana?

— Apostar de una vez a la renovación, a la gente joven que está con buen ritmo. La directiva tiene que planificar qué se hará y cómo se trabajará. Yo como entrenador pienso que el seleccionado de Bolivia debe ir a trabajar en cada ciudad con el elemento rescatable que exista. No descansar, sino aprovechar al máximo todo el tiempo que se tenga.

— ¿Bolivia cuenta con jugadores como para competir a nivel internacional?

— Por supuesto que tenemos material humano. Yo lo he demostrado en San José y donde me tocó ir a trabajar pulimos mucho y dimos espacio a jugadores entre 18 y 21 años. Ahora claro que nadie analizó ni vio eso que hicimos porque no se da importancia al trabajo de muchos técnicos.

— ¿El próximo seleccionador tiene que ser boliviano?

— Ésa es una decisión de los dirigentes, pero en lo personal, como director técnico profesional, me siento capaz de dirigir. Sé que hay dificultades, pero estoy convencido de que sabiendo lo que queremos se puede trabajar muy bien. Podríamos hacer un trabajo en cada departamento, con los diversos equipos. Encarar una labor personalizada en todo sentido.

— ¿Cuál sería su aval para dirigir a la selección?

— En los ocho años que estuve en San José, con los equipos sencillos que tuvimos, sin grandes presupuestos, siempre fuimos grandes protagonistas en la Liga. Siempre fuimos a un torneo internacional. En Real Mamoré faltaban cinco fechas y se iba al descenso, y lo sacamos de ahí. Hay resultados que nos avalan. Entonces yo pienso que es posible que en la eliminatoria no clasifiquemos primero, pero pienso que podemos clasificar a un mundial.

— ¿Usted tiene algún proyecto?

— Que tiene que haber un proyecto, tiene que haber y no sólo del entrenador, sino que la directiva debe hacer el suyo, saber qué quiere. Yo tengo, pero no lo presentaría para que no lo tomen o lo tiren a un costado. Si soy elegido, expondré cómo quiero trabajar junto con todo mi cuerpo técnico.

— ¿Ir al Mundial de Rusia 2018 es una utopía?

— No, no lo veo así; sería difícil, pero nunca lo descartaría. Lo que hace rato dije. Yo me caractericé porque mis equipos sin grandes condiciones con relación a otros fueran protagonistas y se clasifiquen a torneos internacionales. No podemos descartar ir a un mundial, porque eso sería como decirle al jugador que para Rusia 2018 sólo competiremos nomás, eso hasta puede quitar motivación. Siempre tenemos que trabajar con la idea de ir a un mundial. Ahora, pensar en eso no nos asegura nada, tenemos que trabajar ganándole al tiempo, pese a las grandes diferencias. San José suplió sus deficiencias.

— Bajo las condiciones en las que estamos, ¿no es mucha ilusión pensar en Rusia 2018?

— No, porque no estoy asegurando, pero sí pienso, sueño y trabajaría para intentarlo. Repito, no podemos decirle al jugador: “saben, vamos a participar nomás, vamos a hacer proceso y luego al 2022 iremos con todo”. Hay un tiempo desde ahora como para armarnos y encarar un trabajo que nos puede hacer soñar con ser cuartos. Con San José jugamos una gran Copa Libertadores y dimos pelea. Con todas esas diferencias, con Bolivia se puede pelear en la eliminatoria.

— ¿No es vender humo?

— Tenemos cuatro años. Pienso que con trabajo, planificación, dedicación y un plan bien comprometido de todos podemos, y sea quien sea el técnico hay que pelear siempre por competir, por clasificar. Ya te digo, no le vamos a decir al jugador “en esta eliminatoria no, en la próxima sí”; nada que ver. Tenemos que morir en el intento.

— ¿La Paz debe seguir siendo la sede de la selección?

— Sí, seguro, eso es importante conscientes de que estamos en desventaja en muchos aspectos, desde el competitivo, el económico y otros. Además no sólo es una ventaja natural, sino que La Paz es la sede natural e histórica. También nos brinda mejores condiciones que otras ciudades. Tenemos que aprovechar la altura de la mejor manera porque ya se dijo que ella sola no gana partidos. ¿Cómo? Bueno, cada técnico sabe sus cualidades. Tomando como parámetro a San José otra vez, durante muchos años hicimos que se haga imbatible, aunque luego nos ganaron, pero si se sabe aprovechar bien esta condición geográfica, se lo puede hacer.

— ¿Cómo pensar en una clasificación cuando nuestro nivel está bastante bajo?

— Yo pienso que es una mentira que nuestro nivel de juego sea malo. Sí estamos a una distancia del resto, pero creo que el futbolista boliviano, con sus deficiencias, tiene talento. Técnicamente somos mejores que muchos, pero físicamente estamos mal, entonces en eso tenemos que trabajar bastante. Uno debe analizar bien lo que tiene y el desafío del seleccionador está en cómo va a tratar de contrarrestar sus desventajas ante el resto. Brasil y Argentina nos sacan una gran diferencia, pero quedó demostrado que acá se les puede ganar y hasta golear.

— ¿Físicamente somos lentos?

— Seguro, pero ése y otros aspectos se pueden corregir mientras avanzamos, como se lo hace en los torneos internacionales de clubes. Corinthians era el campeón mundial de clubes y aquí los pudimos superar y afuera a ellos les costó hacerlo, entonces esas grandes diferencias que se señalan se las puede equilibrar con una forma de trabajo, como lo hicimos en San José.

— A propósito de San José, ¿Qué pasó con su salida?

— Viví en carne propia que una parte de la dirigencia no valora ni respeta al entrenador nacional. Si uno nuestro pierde tres partidos, lo echan, pero al extranjero lo aguantan. En San José di mucho, con poco logramos mucho y la verdad no entiendo. Y más que palabras pienso que mostré resultados. Por eso si se presentara una oportunidad en la selección, me siento capaz y sé que puedo sacar adelante un proceso, porque sé trabajar en la adversidad y con limitaciones.

— Ya está decidido que Xabier Azkargorta continuará un tiempo, ¿qué le parece?

— Pienso que todos tienen derecho a dirigir, a tener sus objetivos y sus aspiraciones, pero en este caso son también evidentes los resultados. Ahora, sin que se enoje nadie, del grupo que fue parte del proceso de Azkargorta muchos fueron técnicos y no precisamente buenos técnicos y hay muchos que no participamos de ese proceso y demostramos lo que sabemos manejando equipos. (Eduardo) Villegas no fue parte de ese grupo y mirá tantas cosas y títulos importantes que ganó; (Mauricio) Soria no participó de ese grupo y también hizo bien las cosas cuando le tocó dirigir y en mi caso creo que también pasa algo similar al de los anteriores nombrados, tengo una carrera con más cosas positivas. Entonces los del 93 habrán ido al Mundial, hicieron una buena campaña, pero como técnicos vemos que es otra la situación.

— ¿Entonces la dirigencia tendría que cambiar de opinión?

— Es la cabeza y como tal tiene que plantearse bien qué es lo que quiere y abrir mucho su horizonte. Si entre ellos hay falta de entendimiento y se pelean, pues no sé cómo estaremos en las decisiones. El tiempo se nos va cuando deberíamos planificar cómo haremos para encarar el próximo proceso, qué entrenador quieren. De acuerdo a cómo actúen hoy se verá si buscan otros intereses o quieren al fútbol. Son quienes tienen que tener la cabeza fría porque depende de lo que digan, hagan y se propongan para salir adelante.

— ¿Qué le hace pensar que el fútbol boliviano puede?

— El fútbol boliviano tiene buen nivel, hay mucha gente joven a la que podemos apostar y acudir. Creo que los más indicados para sugerir planes de trabajo, de cómo encarar el día a día de los clubes de la Liga, de la asociación somos los entrenadores y en parte los jugadores. El dirigente que conozca y se meta un poco más en eso, tendrá un mejor panorama para encarar la situación que tenemos actualmente. Uno se pone a analizar y no somos los peores. Muchos dicen que nuestros futbolistas no tienen talla como para pelear con los de afuera; más bien sí lo hacen pese a que les mandamos con una preparación limitada, se forman como pueden, con sus carencias y con su talento, y el resultado final es ése.

Perfil

Nombre: Marcos Rodolfo Ferrufino Estévez

Nacimiento: Oruro, 25 de abril de 1963.

Familia: Sandra Rojas (esposa); Marcos Mauricio, Douglas Rodolfo y Stefano Román (hijos).

Profesión: Director técnico.

Frontal y laborioso

Jugó como futbolista profesional entre 1985 y 1999. Estuvo muchos años en Bolívar —una década exactamente—, luego pasó a San José, The Strongest y cerró su carrera en Unión Central. Fue seleccionado boliviano desde 1986 hasta 1993, épica en la que estuvo al mando de Xabier Azkargorta, pero por algunas situaciones que no le agradaron dejó de ser parte de ese etapa futbolística en la Verde.

Como jugador, en varias oportunidades fue campeón boliviano e intervino bastante a nivel internacional en diversos torneos a nivel de clubes. Tras dejar el fútbol, durante un periodo fue asistente técnico, entre 2001 y 2005. Después se dedicó a la dirección técnica y hasta el momento ha dirigido a varios equipos: San José varias veces, Real Potosí y Real Mamoré. Con el santo fue campeón en 2005.

2 comentarios:

  1. Un buen entrenador y seria muy capaz de dirigir la seleccion nacional.

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  2. Realmente muy bueno como le vimos en SAN JOSE esta capacitado para manejar la seleccion grande ferrufino adelante.

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