lunes, abril 06, 2009

“Uno no escoge dónde nacer, pero sí dónde vivir”


La Prensa
Fue el director de la orquesta. El hombre que desde el principio tuvo a maltraer a la defensa argentina. El que, con sus disparos, le hizo la vida imposible al arquero Carrizo. Puso al servicio de la Selección Nacional todo su talento y movió los hilos de ésta a su ritmo. Fue la figura de Bolivia la semana pasada sin siquiera haber jugado todo el partido. Pero no era necesario estar los 90 minutos, con lo que había hecho, que fue suficiente, bastaba y sobraba para que, al salir, el público lo ovacionara de pie reconociendo tamaña tarea.

Cinco años antes su debut con la “Verde” no había sido nada auspicioso. Por el contrario. Estuvo gris como aquella tarde lluviosa en la que, al mando de Nelson Acosta, Bolivia perdió frente a Chile en Miraflores. Desde entonces, nunca más fue convocado a la Selección y parecía que jamás volvería. Sin embargo, como el fútbol siempre da revanchas, él tuvo la suya gracias al llamado de “Platiní”, y no la desaprovechó.

Aunque nació en Brasil, dice sentirse más boliviano por todo lo que ha vivido aquí desde que se naturalizó en 2004.

Alex da Rosa, actualmente en filas de San José de Oruro, llegó al país en 1999, a Oriente Petrolero, pero no convenció, y se tuvo que marchar de nuevo a su país. Por los azares del destino, dos años después volvió aceptando una oferta del paceño Mariscal Braun, cuando éste estaba en la Liga, y sin pensarlo dos veces aceptó, sin imaginarse siquiera que a partir de ahí cambiaría toda su vida.

¿Cómo estás viviendo este momento tan importante para los bolivianos, después de haber hecho historia al golear a la selección argentina?

Feliz, contento, primero agradezco a Dios que me dio esta oportunidad, agradezco también al profesor Erwin Sánchez que confió en mí, porque mucho se ha hablado de que yo ya estaba viejo, decían “cómo van a convocarlo, hay que dar oportunidad a los jóvenes”, pero cuando uno confía en su trabajo, puede dar todo, y a mí me salió todo bien en esta convocatoria.

Rememorando tu primera convocatoria del año 2004, tu debut en la Selección, ¿cuál es la diferencia, según tú, entre ese partido frente a Chile y éste ante Argentina?

Ese partido frente a Chile, esa convocatoria, fue muy rápida, había muchos jugadores que estaban dentro con los que no nos entendíamos y no querían mi convocatoria. Ahora fue muy diferente, todos entramos entendiendo que el objetivo era alcanzar algo. En esta Selección hay más grupo, más compañerismo, para mí fue más fácil porque ya me conocían casi todos, fue más fácil jugar, principalmente porque el profesor Sánchez me dio toda la confianza.

¿Eso quiere decir que en 2004 no te sentiste cómodo dentro del grupo?

Conocía a casi todos, pero no tenía amistad con ellos. Creo que si ven (el video de) ese partido, se van a dar cuenta de que en muchas jugadas ni siquiera me pasaban la pelota, no sé que pasó. Sin embargo, tuve la revancha para volver y, gracias a Dios, jugué bien.

En tu debut saliste silbado cuando terminó el partido frente a Chile, y ahora frente a Argentina fuiste ovacionado por el público, ¿cómo te hace sentir eso?

En 2004 las cosas no salieron bien para nadie de nuestra Selección, pero como yo era naturalizado, me cobraron más a mí, a pesar de que yo corrí y metí más que otros. Además fue difícil para todos, pues muchos estaban debutando, entre ellos (Daner) Pachi, (Carmelo) Angulo, (Leonel) Lito Reyes, todos estábamos debutando. Los únicos “viejos” eran Juan Manuel Peña, Óscar Sánchez, Luis Gatty Ribeiro. Como te dije, era una Selección totalmente diferente, no como ahora.

¿Qué pasó en estos cuatro años que no fuiste convocado, qué hiciste?

Nada, volví a jugar fútbol, tampoco iba a terminar el mundo para mí, la vida sigue. Como The Strongest me debía mucha plata, no podía quedarme en un club así, por mi familia, por mis hijos, así que busqué otros rumbos. Me fui a Alemania, a jugar en tercera división. En 2006 volví a Colombia, jugué en Bogotá, en el equipo Deportes Tolima; terminó mi contrato en junio y volví a Bolivia para jugar en Aurora, de ahí me fui a Blooming en 2007, donde tuve problemas, todo el mundo sabe lo que pasó (no llegó a jugar el torneo, tras desnudarse en una conferencia de prensa). Me vine a San José, donde me abrieron las puertas y lo que hice con el equipo creo que fue vital para retornar a la Selección.

¿En algún momento de este tiempo pensaste en que te volverían a convocar a la Selección o perdiste las esperanzas?

No, no pensaba en volver, porque había mucha gente que decía que no tenía condiciones, que estaba viejo y que debían convocar a gente joven; pero como he estado haciendo bien las cosas aquí, todos saben que soy goleador, gané premios y el profesor “Platiní” lo vio y me dio la oportunidad, que, gracias a Dios, la supe aprovechar.

Cuando te enteraste de tu convocatoria para uno de los microciclos, ¿cómo te sentiste?

Contento, porque uno trabaja bien; me quedé muy contento, todos me decían, aquí en Oruro, que esté tranquilo, que iba a hacer las cosas bien, me dieron confianza.

¿En 2004, cuando decidiste naturalizarte, fue iniciativa tuya o del club en el que jugabas?

En realidad fue idea de mi familia, de mi suegro (Luis Alípaz, presidente del Club Mariscal Braun). “Por que no te naturalizas”, me dijo, pero nunca pensando en la Selección, sino más bien en mi familia. No necesité permiso de trabajo o esas cosas complicadas en el país. Como estaba pasando buen momento en The Strongest, las cosas se dieron más fácil.

¿Recuerdas cómo llegaste a jugar a Bolivia?

Llegué el año 1999, en junio, para Oriente Petrolero, pero las cosas no me salieron bien porque en el fútbol boliviano cuando uno es extranjero, sea argentino o brasileño, quieren que en dos partidos ya haga cinco o seis goles y si no te va bien te botan. Jugué cuatro o cinco partidos y no me fue bien, el entrenador en ese entonces era Dalcio Giovagnoli, un argentino, así que me tuve que volver a Brasil. Pero en 2001 regresé, el que me trajo fue el profesor Antonio De Lacerda, al Mariscal Braun, y ahí las cosas cambiaron, tuve la oportunidad, me aclimaté y me fue bien y me quedé contento en el país.

¿Terminaste casado con la hija del presidente de Mariscal Braun, no?

Sí, estoy casado con la hija del doctor Alípaz, pero ese año él no era presidente, era sólo un dirigente, otro era el presidente, y yo tuve la oportunidad de ser parte de su familia.

¿Tienes hijos bolivianos?

Sí, tengo dos hijas, Maira y Luciana, que son paceñas. Tengo dos hijos más en Brasil, Lucas y Thiago.

¿Recuerdas cómo te iniciaste en el fútbol en Brasil?

Empecé a jugar a mis 14 años, me llevaron al Sub-15, que allá se denomina juvenil; luego la categoría junior y finalmente la profesional. A los 17 años pasé a profesional, firmé mi primer contrato con el club Cercacias de primera división, luego pasé a Porto Alegre, al Inter, de ahí me prestaron a Brasil de Pelotas, club de primera división. Seguí mi carrera en Sao Paulo, viajé a Hungría, volví a Brasil, a Gremio Maringa, hasta que el "99 llegué a Bolivia.

¿Tú crees que el hecho de que no hables bien el español afecta en algo tu relación con el resto de los jugadores en la Selección?

No, si yo no vine a aprender el idioma, vine a jugar fútbol. La misma cosa me pasó en Alemania, yo no hablaba (alemán) un carajo, y esa misma pregunta me hicieron, y respondía lo mismo: “Yo no vine a estudiar, vine a ganar plata y a jugar fútbol”.

¿Crees que el partido frente a Argentina fue el mejor que jugaste en tu vida?

No, creo que nos salió todo bien a todos, todos jugamos bien. No sólo a mí me resultaron las cosas, todos estábamos muy concentrados.

¿Esto te abrirá las puertas para futuras convocatorias?

Ojalá, pero no podemos pensar que por ese partido el profesor me va a volver a convocar. Yo tengo que demostrar aquí, dentro de mi equipo, en San José. Tengo que jugar bien, volver a hacer goles y hacer todo bien para volver a ser convocado.

¿Te sentiste un boliviano más en la cancha el día miércoles cuando enfrentaste a Argentina?

Sí, cuando llegué a la Selección en el microciclo, lo primero que me dijo “Platiní” Sánchez fue: “Tú no eres extranjero aquí, eres boliviano, las mismas cosas que haces en tu club tienes que hacerlas aquí”. Después nunca más me habló nada.

(Bolivia) Es mi país. Uno no escoge dónde nacer, pero sí dónde vivir; yo no escogí nacer en Bolivia, pero sí escogí vivir aquí. Si me naturalizaba en Alemania, era un alemán; si me naturalizaba en Japón, era un japonés.

Algunos comentaristas deportivos argentinos dijeron el día del partido que tú jugabas en un nivel como si estuvieras jugando para Brasil, ¿cómo te hace sentir eso?

Yo no escuché nada de eso. Soy naturalizado boliviano, soy boliviano. La gente puede hablar lo que quiera, pero yo juego en la Selección y defiendo los colores del país.

3 partidos ha jugado Alex vistiendo la camiseta de la Selección: ante Chile (eliminatorias) en 2004, frente a México (amistoso en Estados Unidos) y contra Argentina (eliminatorias). En el último convirtió un gol, el tercero de la goleada por 6-1.

21goles anotó Alex da Rosa en 2008, que lo convirtieron en el goleador de la temporada liguera.

En el torneo Apertura hizo 13 tantos, en el Clausura dos y en el Play Off seis. Les hizo goles a todos los equipos, excepto a Guabirá.

Con su firma

En el primer partido que jugué para Bolivia frente a Chile yo estaba muy nervioso, temblaba en el calentamiento. El otro día, cuando calentaba, el profesor Vaca me dijo: ‘Tranquilo, que tienes toda la confianza del grupo’”

No pensaba en que me iban a convocar porque había mucha gente que decía que no tenía condiciones, que estaba viejo; pero como estoy haciendo bien las cosas, el profesor ‘Platiní’ lo vio y me dio la oportunidad”

Bolivia es mi país. Uno no escoge dónde nacer, pero sí dónde vivir; yo escogí vivir aquí. Si me naturalizaba en Alemania, era un alemán; si me naturalizaba en Japón, era un japonés”

Su ficha

Nombre: Alex Rodrigo da Rosa Dorneles.

Nacimiento: 1 junio de 1976.

Lugar: Santiago, Río Grande del Sur, Brasil (naturalizado boliviano desde 2004).

Edad: 32 años.

Esposa: Lisie Marina Alípaz.

Hijos: Maira, Luciana, Lucas y Thiago.

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